La columna del Padre Ramón

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Una de las más grandes fuentes de conflicto entre personas deriva de la mala, nula o poca comunicación. También de los eventos que suceden durante la misma. Hablamos, nos comunicamos, pero la mayoría de las veces lo solemos hacer mal. Debemos reconocerlo.

Quien da el mensaje presume que todo se entendió. El que lo recibe casi nunca pregunta por aclaraciones. Y pasa lo que pasa.

Es importante también conocer que no solamente hablamos con las palabras que salen de la boca. Todo el cuerpo participa en el fenómeno de la comunicación.

Y los conflictos están a la orden del día. Ya sea por mensajes recibidos en la actualidad o por mensajes que recibimos desde pequeños. Todo nos afecta. Y una gran mayoría de personas juegan juegos algunas veces para entretenerse, otras, para verdaderamente provocar algún daño, aunque algunas veces sucede sin mala intención.

Hace unas semanas llegó a mi buzón un video que un amigo me compartió. La mayoría de las veces los ignoro, pero esa vez llamó mi atención y me detuve a mirarlo. Era un poco largo. Tan pronto el conferencista empezó a platicar me di cuenta por dónde iban las cosas. Al final del video había una invitación a unas clases que iban a impartir. Interesantes de verdad, pero el precio del curso casi llegaba a los dos mil dólares. Lo cierto es que la información está disponible para cualquiera. Sólo basta un poco de interés y buscarla para aprovecharse de los beneficios que ofrece. Se trata de lo siguiente:

Entre los años 50 y 60 del siglo pasado estuvo muy de moda el psicoanálisis. Es una técnica para profesionales. Pero en esos años, Eric Berne desarrolló los principios del análisis transaccional.

Como parte de la teoría del psicoanálisis, la personalidad, que está dividida en el yo consciente, el id a nivel de los instintos de supervivencia y el súper yo, que son los principios morales, la teoría del análisis transaccional se limita solamente a lo verificable y fácilmente observable: al yo consciente.

En el análisis transaccional, el yo está dividido o formado por tres estados: Un yo-padre, un yo-adulto y un yo-niño. Sobre este punto, no importa la edad de la persona. Los adultos de cualquier edad y los niños, desde los infantes, que no tienen voz hasta los adolescentes, todos tienen los mismos tres estados.

El truco para que funcione la comunicación es que siempre debe ser de adulto a adulto. Cuando las comunicaciones (o transacciones, que así se llaman aquí) son cruzadas, entonces puede surgir conflicto. Así, por ejemplo, cuando una persona desde su padre regañón se dirige al niño rebelde de la otra persona las cosas no van a funcionar adecuadamente.

Esto es, apenas, una breve introducción al tema. La realidad es más compleja, pero está al alcance de cualquiera que quiera informarse y trabajar en esta línea de terapia. Contrario a lo que ocurre con otros temas, los libros de divulgación del análisis transaccional están al alcance de todos. Sólo basta hacer una búsqueda en internet y encontrará un montón. Por lo pronto, empiece buscando los libros de Eric Berne en español.

Aunque el tema en cuestión es simple, realmente no es tan simple pero tampoco es muy complicado. Avancemos un escalón más. Resulta que el estado del yo conocido como padre se subdivide. Lo mismo que el estado del niño. En cuanto al padre nos podemos encontrar con un padre nutriente y protector y con un padre muy dominante y, hasta cierto punto, castrador. En el estado del niño, tenemos un niño que algunas veces es sumiso y obediente mientras que otras pueden ser un niño rebelde y travieso.

Hay dos elementos más que son importantes en el análisis transaccional: los juegos y el guion. Los juegos son las situaciones conflictivas en que nos encontramos muchas veces. Lo importante de conocerlos es que nos ofrece la libertad de poder escoger jugarlos o no. El guion viene muchas veces determinado desde la infancia. La frase: “naciste para maceta” es una determinante de la estructura vital de un individuo que lo programa a no hacer nada para superarse pues ya desde su nacimiento así estaba determinado. Los malos juegos y malos guiones necesitan ser cambiados.

Una vez más le insisto. Busque información y aprenda la técnica. Le será muy beneficioso.

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