Lo único permanente en el coronavirus que causa el COVID-19 es que cambia permanentemente. Por eso, los expertos han evitado pronunciarse sobre lo que nos depara el futuro en la lucha contra la peor enfermedad de los últimos siglos.

Sin embargo, son cada vez más los signos de que después del recrudecimiento de la variante Omicron ha iniciado una caída en nuevos casos de contagio, especialmente allí en donde comenzó a circular inicialmente.

Un análisis científico dice que la pandemia se volverá endémica. Esto significa que lejos de desaparecer, el COVID-19 seguirá existiendo durante una cantidad de años, pero se vuelve manejable a medida que se desarrolla la inmunidad.

Aunque también hay mucho por conocerse del letal virus, sobre todo ahora que han salido estudios científicos recientes que advierten de secuelas a medio y largo plazo, sobre todo respiratorias y cardíacas.

Por ello, California se convirtió en el primer estado en adoptar un plan de transición de la pandemia a endemia en la lucha contra el coronavirus, una que enfatiza la prevención y las reacciones rápidas a los brotes por encima de los mandatos, un hito de casi dos años que presagia un regreso a la normalidad luego de un anuncio del gobernador Gavin Newsom.

Newsom dijo que el enfoque, que incluye rechazar afirmaciones falsas y otra información errónea, significa mantener una vigilancia cautelosa en sintonía con las señales de advertencia del próximo aumento o variante mortal.

En palabras del gobernador demócrata: “Esta enfermedad no va a desaparecer. No es el final de la guerra”.

¿Habrán cambios definitivos? Prácticamente no, aunque esta semana California eliminó el requisito estatal de uso de mascarillas en interiores. El 28 de febrero se podría anunciar cuándo terminará ese mandato en las escuelas.

A la fecha el 74% de los californianos mayores de 5 años de edad están totalmente vacunados, 9% más tiene esquema parcial y el 55% ha recibido refuerzo, dato con el cual sostiene que puedan pasar a fase endemia.

El cambio en la gestión de la pandemia, no es ninguna novedad. Los funcionarios de salud han estado advirtiendo durante meses de que la covid-19 no va a desaparecer; sino que es mucho más probable que se vuelva endémica. Muchos también creen que la variante ómicron, altamente contagiosa y que continúa aumentando el número de casos en gran parte del mundo, es podría conseguir esta transición a endemia.

Pasar de la situación actual de pandemia a una endemia suena como un paso en la dirección correcta, pero los expertos en salud también advierten que esto no significa necesariamente lo que la gente piensa que significa. Desde luego, no sería la vuelta a la realidad “normal” que la gente vivía hasta 2019.

La Organización Mundial de la Salud declaró el brote de COVID-19 como una pandemia el 11 de marzo de 2020, y con el desvanecimiento de omicron en muchas partes del mundo, algunos países han comenzado a planificar para la etapa endémica.

La administración de Newsom ideó un acrónimo abreviado para resumir los elementos clave de su nuevo enfoque: SMARTER. Las letras significan Vacunas, Mascarillas, Conciencia, Preparación, Pruebas, Educación y RX, una abreviatura común para recetas y una referencia para mejorar los tratamientos para COVID-19.

Vivir con COVID-19, según el plan de Newsom, significa aumentar la vigilancia del estado, incluido un mayor control de los restos del virus en las aguas residuales para detectar los primeros signos de un aumento repentino. No se requerirán máscaras, pero se recomendarán en muchos entornos.

Cómo se va a desarrollar la covid a partir de aquí es una incógnita. En este momento, las vacunas y las dosis de refuerzo siguen siendo la forma más eficaz de prevenir enfermedades graves y propagarlas a otras personas.

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