Líderes del Área de la Bahía expresaron alarma ante reportes de que más de 100 agentes federales llegarán a la Isla de la Guardia Costera, entre Alameda y Oakland, como parte de una ofensiva impulsada por Donald Trump contra las ciudades santuario.
El gobernador Gavin Newsom calificó la acción como “dictatorial” y acusó al presidente de usar tácticas de miedo. La alcaldesa de Oakland, Barbara Lee, reafirmó el compromiso de su ciudad con las familias inmigrantes, mientras que el alcalde de San Francisco, Daniel Lurie, amenazó con demandar si se envían tropas y emitió una orden para coordinar apoyo a inmigrantes.
En el condado de Santa Clara se anunciaron “zonas libres de ICE” y más apoyo legal a indocumentados. El funcionario David Campos denunció que el gobierno federal actúa fuera de la ley.
Las autoridades locales coincidieron en que la medida busca intimidar y generar miedo, no resolver los problemas reales de seguridad o migración.