Muchos optaron por marcharse a sus segundas residencias,otros optaron por buscar una nueva ciudad en la que vivir mejor, propulsados por las ventajas del teletrabajo.
Más de 90.000 personas se trasladaron a otros municipios entre los meses de marzo y noviembre del año pasado. Esto representa a un 10% de la población , San Francisco es una ciudad que cuenta con 900.000 habitantes
Ahora hay un 96% de vivienda disponibles más que antes de la pandemia
Durante décadas atrajo a miles de trabajadores extraordinariamente cualificados acreedores de sueldos muy altos, fruto de su relación con las grandes tecnológicas. La suma de estrictas regulaciones urbanísticas, grupos de poder organizados (barrios plagados de viviendas unifamiliares) y pisos turísticos hizo el resto.
La ciudad jamás ha construido tantas viviendas como ha necesitado, disparando los precios. Ingenieros de Google con sueldos superiores a los
$ 100.000 optaban por vivir en caravanas.
En San Francisco los alquileres en un año han caído en un 24%, le siguen Nueva York con un 19%, Madrid con un 8,6%; Barcelona con un 12%; Los Ángeles con un 16%; Londres entre un 8% y un 34%
Los precios están bajando por el mismo motivo por el que escalaron durante décadas: por la presión demográfica. Donde antes hubo presión y escasez de oferta hoy sucede lo contrario. Más pisos vacíos equivale a más caseros desesperados por colocar sus apartamentos a precios menos exigentes. También a un buen puñado de dueños de apartamentos dedicados al turismo que han visto cómo sus ingresos desaparecían de la noche a la mañana fruto de las restricciones.
Era previsible. Sabemos desde hace un tiempo que las grandes ciudades se han convertido en trampas perfectas para trabajadores jóvenes y precarios. No acceden a los puestos cualificados que permiten grandes salarios pero sí sufren los alquileres desmesurados y el elevado coste vital. Era natural que algunos aprovecharan la disyuntiva para marcharse. El teletrabajo ha facilitado el «éxodo», muy en especial para ciudades que, como Valencia o Málaga, tienen precios más baratos y mejor nivel de vida.
Pudiendo elegir, ¿dónde te instalarías? Es una pregunta cada vez más creciente para trabajadores y ciudades medianas que, al fin, pueden competir con las grandes metrópolis. Ya sea en forma de subsidios directos de 100.000€, como vimos a cuenta de algunas ciudades estadounidenses; o en forma de alquileres más baratos, menos contaminación y menos quebraderos de cabeza logísticos. Factores que, sumado a la epidemia, han revertido una tendencia histórica.
Por: Christopher Michel/Flickr