El gobierno federal, bajo la administración Trump, evalúa convertir nuevamente la isla de Alcatraz en una prisión federal.
El jueves, autoridades como la fiscal general Pam Bondi y el secretario interino Doug Burgum visitaron el icónico sitio turístico de San Francisco.
La congresista Nancy Pelosi criticó duramente la iniciativa, calificándola de distracción para ocultar políticas crueles de Trump, como recortes a la asistencia alimentaria y médica. Cuestionó también el gasto millonario que implicaría rehabilitar la prisión.
Por su parte, Burgum defendió la propuesta como parte de una misión para restaurar la seguridad y el orden, anunciando el inicio de obras para reabrir el lugar.
El alcalde de San Francisco, Daniel Lurie, rechazó la idea asegurando que Alcatraz no está destinada a recibir prisioneros, sino turistas, y sugirió que los fondos federales serían mejor utilizados para apoyar la ciudad.
El equipo del gobernador Gavin Newsom también se burló de la propuesta, considerándola irreal.