Un oso negro paseaba por el jardín de Ryan McKean en Monticello Road en Napa mientras tomaba café a las 6:15 a.m. del lunes.
Por otro lado, a unas 70 millas de distancia, un oso negro diferente caminaba por el camino de John Stephen en Guerneville.
McKean acababa de comenzar su semana laboral en la mesa de su comedor cuando vio algo grande por el rabillo del ojo.
Llamó a los vecinos para alertarlos: McKean tiene perros, gatos y cabras y, al igual que sus vecinos, estaba preocupado por la seguridad de sus animales.
La casa de McKean, a menos de una milla de Silverado Resort, se encuentra justo debajo de las estribaciones y el espacio abierto de Atlas Peak.
Tímidos y algo temerosos, los osos negros tienden a permanecer fuera de la vista. Pero en la primavera, la gente puede ver más machos jóvenes deambulando en busca de nuevos lugares de caza y apareamiento. Los avistamientos de osos negros en los condados de Sonoma y Napa son raros, pero ocurren con mayor frecuencia.
Stephen Hammerich, especialista en vida silvestre, ha pasado una década revisando imágenes de cámaras de vida silvestre en Pepperwood Preserve, justo al norte de Santa Rosa.
«Hemos tenido un aumento en las detecciones de osos, por lo que no es sorprendente (verlos en la ciudad), pero es bastante inusual», dijo.
Al igual que los osos negros en Yosemite y Tahoe, estos visitantes probablemente vinieron en busca de comida.
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