Ya sea en el día o en la noche los ladrones entran a los negocios y cargan con todo lo que encuentran
El aumento de robos y vandalismo a negocios locales se ha convertido en una preocupación creciente para comerciantes y trabajadores por igual. Desde pequeños restaurantes hasta grandes cadenas de supermercados, el impacto de estos delitos se siente a diario.
Un ejemplo reciente del creciente problema es el caso del restaurante Funny Farm, ubicado al sureste de San José.
Las cámaras de vigilancia capturaron el momento en que al menos un individuo vandalizaba y robaba el establecimiento. Mónica Levi, dueña del restaurante, expresó su frustración y dolor al ver cómo su negocio ha sido atacado seis veces en los últimos meses. «Me rompe el corazón, pero también me frustra», comenta Mónica, quien estima que las pérdidas ascienden a más de 15 mil dólares, una cifra que representa una carga financiera significativa para su pequeño negocio.
Ron Levi, co-propietario y chef del Funny Farm, califica estos delitos como violentos y destructivos. «No es un crimen ligero», afirma, subrayando que los ataques no solo implican robos, sino también daños graves a la propiedad.
Los dueños del restaurante sienten que las autoridades no están haciendo lo suficiente para protegerlos y han expresado su preocupación por sentirse abandonados.
En respuesta a esta ola de crímenes, la senadora Lola Smallwood-Cuevas está impulsando la ley SB 1446, que busca abordar el problema a nivel estatal. Esta legislación propone reducir el uso de cajas de pago automatizado en grandes cadenas y supermercados, con la intención de disminuir los robos y mejorar la seguridad en estos establecimientos. Smallwood-Cuevas reconoce que las soluciones actuales no han sido suficientes y que es necesario atacar la raíz del problema.